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I am by nature a dealer in words, and words are the most powerful drug known by humanity. Twitter: @trujielena

domingo, 26 de agosto de 2012

Aquí empieza el cambio


El cambio es difícil. Mucho. Del día a la mañana te encuentras en otro lugar totalmente diferente. No es solo la temperatura, ni la gente que te rodea, ni la comida, ni la hora; sino también el idioma. De repente es como si estuvieras intentando ver una de tus series preferidas en inglés (y sin subtítulos). Sí, todos lo hemos intentado alguna vez. Hay gente enfrente tuya, mirándote y hablándote. Tú concentras la mirada en su boca e intentas coger al vuelo alguna palabra que te sirva de contexto para después asentar la cabeza y soltar un sutil “yes, yes”, unido con una sonrisa. Eso es solo el primer día, claro.

El segundo ya eres capaz de contestar alguna pregunta con una ( o como mucho dos palabras). El tercer día ya entiendes (algo)  y empieza tu labor como estudiante de inglés en América: hacer pequeñas entrevistas. Es decir; ¿What’s your name? ¿How old are you?, ¿What are you studying here? o incluso ¿Why do you decide to come here?

Asumir el cambio de hora también es muy complicado.¿ Conocéis eso del jet lag? Pues es totalmente real. El primer día que llegué a Coe College (Iowa) me acosté sobre las 22.00 horas. A las 03.00 horas estaba en mi cama totalmente despierta. Estaba segura de que ya era hora de levantarse ya que en España eran las 10.00 de la mañana. Vaya jaleo.

Normalmente se suele decir que los americanos van un paso por delante de los europeos. Yo ya he descubierto porqué. Ellos se levantan todos los días (sí, da igual que sea fin de semana o festivo) a las 7.00 de la mañana o como muy tarde a las 08.00. Desayunan en ese intervalo de tiempo y a las 11.00 ya han comido. Curioso, nosotros en España a las 11.00 horas ni nos hemos levantado. A las 17.00 horas es su hora de comer. Nosotros nos acabamos de despertar de la siesta. ¿En qué se traduce eso? En que los días aquí son eternos. Eternos para nosotros claro, para ellos es perfecto porque aprovechan al máximo todas las horas de sol para hacer deporte u otras actividades.

Esto es solo el principio. Aquí empieza el cambio. 

Elena Trujillo