Elena Trujillo
No hay
peor despertar que el que se hace sin la luz del día deslumbrando nuestros
ojos. Despertarse sin un amanecer aunque sea en la lejanía, es como avanzar en
una línea de tiempo sin mover un solo paso del suelo. Como ver caer las hojas
de un calendario que da paso a las diferentes estaciones del año mientras tú, sigues
al abrigo de tu desconsuelo.
Todo en
la vida tiene un punto y final y va precedido de un nuevo día. Sin puntos y a
parte la vida no sería más que la repetición continua de una rutina infinita. Vivir
significa subir a trenes y bajar en diferentes estaciones. Conocer cada día a
nuevas personas que conformen una parte más de nuestro ser. Caer para después
levantarnos. Empezar libros y no acabarlos. Despertar de los sueños más
maravillosos. Vivir.
Muchas veces
nos empeñamos en convertir nuestra vida en un laberinto infinito y todo, por ir
cogidos de la mano del ayer. Un ayer que confunde nuestros pasos. Esa persona
que aparece junto a nosotros en el reflejo de un espejo y gracias a la cual
somos lo que somos, pero nunca más seremos.
Todo
laberinto tiene su salida y la responsabilidad de encontrarla reside en
nosotros. Lo único que tenemos que hacer es soltar de la mano a ese ayer que no
nos deja fijar la mirada en el hoy. Recordemos que somos autosuficientes y que
nos sobra una mano con la que podemos abrazarnos bien fuerte. Nunca olvidemos
que no hay mejor compañero de viaje que nosotros mismos porque solo nosotros
sabemos en qué momento parar para coger fuerzas.
La
llave del retorno es nuestra. Debemos dibujar nuevas rutas, debemos colorear
nuestros propios amaneceres. Lo único
que necesitamos es tiempo. Tiempo para caminar sin tambalearnos, sin echar la
vista hacia atrás. Un tiempo que en algún momento puede parecer eterno pero que
nunca lo es. Recordemos que los segundos pasan aunque nuestra vida parezca
estar parada.
Un día
amanecerás con un sol deslumbrante que te hará ver la vida con otros colores.
Esa luz procederá de un final, la salida del laberinto en el que tanto tiempo
llevas perdido. Ese será el primer día
en el que podrás dar dos pasos hacia atrás, pero no te equivoques, eso solo será
para coger carrerilla hacia delante.
Porque no existen túneles sin salidas. Ni películas sin finales, Porque hasta las historias más intensas van precedidas de eso. Un punto y final.
Porque no existen túneles sin salidas. Ni películas sin finales, Porque hasta las historias más intensas van precedidas de eso. Un punto y final.